jueves, 25 de julio de 2013

Nacida el 29 de Junio de 1938, educada y  graduada en pedagogía y metodología de la educación en la Normal superior de señoritas de Guapì, Cauca, región del Pacífico Colombiano. Esta gestora cultural, guardiana celosa de los sabores gastronómicos y tradiciones culturales de sus ancestros, actriz, folclorista, intérprete e investigadora de Danzas y música folclórica, llegó a Cali desde el año 1960 para quedarse como docente en la Escuela Abraham Domínguez, y luego de muchos años se traslada para la Escuela Marco Fidel Suárez.
Orgullosa artista culinaria de comidas y bebidas del Pacifico con autentico sabor Costeño. De sus manos maravillosas se consolida el primer fogón de resistencia cultural al que se nombra LOS SECRETOS DEL MAR. Fundadora y directora desde el año 1980  de la FUNDACIÓN BOGAS DEL PACIFICO, ademas de conocedora como ninguna de múltiples recetas, pócimas, bebedizos, néctares y esencias extraídas del folclor del pacífico; las cuales ha bautizado con nombres exóticos, rimbombantes y afrodisíacos, dejando ver la riqueza de la cultura del mar. Directora del Reinado Internacional del Carnaval de Juanchito y luchadora incansable en pro de la cultura de la etnia negra y como actriz en la televisión nacional ha participado en series como LA MARIA, y AZUCAR; en el cine nacional en LAS ANDANZAS DE JUAN MAXIMO GRIS; y en el Cine Internacional, en una coproducción Colombo-Alemana y Brasilera “LA COBRA VERDE.” En  el canal regional como presentadora en el magazín “bien o qué?” y a nivel de teatro en la COPRODUCCIÒN “HE DICHO A - DIOS” realizada por dramaturgos de Cuba, Nicaragua, Japón, Costa Rica y Colombia. Sobre estos valores se proyecta en el plano Nacional e Internacional, con destacadas participaciones en diversos festivales folclóricos y gastronómicos del país, llegando a escenarios de hoteles como el Intercontinental, Hotel Meliat, Hotel Tequendama, Club Rialto de Pereira, Hotel las Américas Beach Resort de Cartagena, Club el Nogal de Bogotá, Hotel Monasterio de Popayán, entre otros, y como invitada de honor fuera de concurso al Carnaval de Barranquilla. A nivel cultural sus actuaciones han sido aplaudidas en escenarios como el Teatro Jorge Isaac, Teatro Municipal, Teatro Los Cristales, Teatro Colón y Teatro Jorge Eliécer Gaitàn de Bogotá, así como también en el teatro los Conquistadores de Manizales y Teatro Municipal de Popayán. En el ámbito Internacional, ha sido exitosa embajadora de nuestra cultura destacándose en  Festivales Folclóricos en Perú, Ecuador, Panamá, España, Italia y Portugal. Invitada especial a Turín (Italia) al Encuentro Mundial “TERRA MADRE”, COMO UNA DE LAS MEJORES CHEFF DE COLOMBIA. Recibió el símbolo del infinito otorgado por la Secretaria de Cultura y Turismo de Santiago de Cali – Abril 26 de 2008; al igual que la llave de la cultura otorgado por la Casa Tecca y Grupos de Danza – homenaje a la infinita labor a toda una vida de amor en lo cultural – Abril 26 de 2008 Teatro al Aire Libre los Cristales. Sembradora de vientos, alcahueta, consueta, corrinchera, auxiliadora, protectora, defensora de eventos, organizaciones y personas que le tienen como referente y abrigo. ARTICULOS El articulo que muestro a continuación es sacado del periodico El Colombiano el dia 17 de Agosto de 2008 y escrito por la periodista Juliana Correa: Maura tiene todo el sabor del Pacífico ESTA MUJER DE Guapi, Cauca, representa la tradición y el saber culinario de la cultura afro. Ella, con sus cantos y sabor, hará parte de Otro Sabor, el encuentro gastronómico que comienza el viernes. Nunca cocina cuando está triste o de mal humor. Porque si está enojada, la comida le queda salada y si se siente melancólica, todo lo que prepara queda insípido. Pero son pocos estos momentos. Porque Maura Hermencia Orejuela de Caldas es feliz. Mientras agita la gran olla donde prepara el revolcao de tollo (tiburón pequeño) canta currulaos y otras canciones que aprendió de niña en Guapi, el pueblo donde nació. Cuenta Maura que su abuela y su mamá eran muy buenas cocineras, de ellas aprendió los secretos de la olla, porque según esta mujer, orgullosa de su color y de su cultura, los negros tienen magia en las manos. La famosa sazón de esta raza sigue siendo un misterio. En su mente y en sus manos está toda la sabiduría de una cultura que vino de otras tierras y que encontró en la comida una forma de libertad e identidad, pero que también tomó elementos indígenas y españoles. Según Luz Marina Vélez, decana de la Facultad de Gastronomía de la Colegiatura Colombiana, la cocina afro fue libertaria más que ninguna otra. Cuando los esclavos escapaban, escondían en su peinado granos de maíz y otras semillas para luego sembrar en los campos y no morir de hambre. La cocina afrocolombiana se desarrolló en gran medida a partir de las sobras. Los esclavos tomaban lo que quedaba de las mesas de los amos para sus preparaciones. Por eso no hay reparos para mezclar en un mismo plato diferentes cárnicos. Como en el pusandao, una preparación con plátano, carne serrana -una carne que se sala y se entierra por un año-, gallina, yuca, huevos y refrito, que se prepara de manera similar a un sancocho, pero queda con más consistencia. La comida en el pueblo En Guapi, cuando Maura era niña, desayunaban con Tapao de pescado o de cangrejo. El pez se envolvía en hojas de plátano y se le echaba sal y una "patica de cebolla", así lo explica la negra. El sancocho de piangua, ostión, jaiba o cangrejo era el almuerzo habitual de los habitantes de Guapi. Las festividades eran ricas en sabores, colores y aromas. Maura recuerda postres como el cabello de ángel una preparación con papaya verde, el manjar de coco, las cocadillas y las cocadas. Ella no solo es una enciclopedia viviente en materia de cocina afro, tiene la chispa y el encanto propio de las mujeres de su región. Se graduó como normalista y luego intentó en vano ser religiosa. En unas fiestas se quedó parrandeando y esto fue suficiente para darse cuenta de que su vocación no era muy fuerte que digamos. Durante 33 años tuvo su propio restaurante en Cali. Ahora maneja una casa de banquetes ambulantes en esa misma ciudad. Su sazón es famosa en el Valle. Esta cocinera está desde hace algunos días en Medellín para hacer parte de Otro Sabor, el encuentro gastronómico organizado por la Colegiatura Colombiana que se llevará a cabo entre el 22 y 24 de agosto en el Jardín Botánico. Maura no estará sola, la acompañarán fritadoras de Cartagena, cocineras de Buenaventura, de Tumaco. Mujeres que al igual que Maura, llevan la magia en las manos. Porque esta vez, Otro Sabor quiere rendirle homenaje a la cocina afro, desde Nueva Orleans a Guapi, ese pequeño pueblo en el que Maura adquirió, por ósmosis, o el saber ancestral de la cocina. Ella solo le agrega amor, porque ahí, según Maura ahí está la clave del buen sabor.

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